jueves, 17 de junio de 2010

EDUCOMUNICACIÓN?: Comunicación y Educación



La comunicación surge como parte natural de la evolución del ser humano y el desarrollo del género se ha debido en gran medida a la facultad de comunicarse. La enseñanza también surge quizás como parte de la misma comunicación, pero mediante el aprendizaje la comunicación también se ha mejorado y perfeccionado; si comunicar es poner algo en común entonces educar es enseñar algo en común.

Al comunicarnos lo hacemos empleando diferentes niveles, desde el meramente funcional hasta el de intimidad en donde dejamos expuestos nuestros sentimientos. La comunicación hace que formemos distintas relaciones con nuestros interlocutores y conozcamos más su forma de ser y de pensar. En el proceso de enseñanza, el maestro debe de interactuar con los alumnos, formando muchas relaciones interpersonales, también los alumnos crean nuevas relaciones en su entorno educativo, tanto con sus maestros, como con sus compañeros y hasta con el objeto de estudio.



La comunicación está conformada de diversos elementos: quien comunica (la fuente), lo que se comunica (el mensaje), a través de qué se comunica (medio), a quién se le quiere comunicar (el destino). Para saber si lo que se intenta comunicar fue interpretada correctamente es necesaria la retroalimentación, de no ocurrir esta etapa no se sabe si el mensaje fue decodificado correctamente o si fue alterado por el ruido.

La educación tradicional usa principalmente la comunicación en una sola dirección, es decir el maestro es el protagonista y quien acapara toda la atención, dejando en segundo término a la participación del alumno que es poco frecuente. La aparición de las nuevas tecnologías en la comunicación, la han modificado haciéndola bidireccional ya que es indispensable la participación de los alumnos aunque de manera menos personal, quizás los alumnos pierden el temor a expresarse debido al casi anonimato de sus participaciones o porque disfrutan del manejo de estas tecnologías que ya han hecho com o propias.


La existencia de las tecnologías no es suficiente por sí sola, sino que depende en gran medida del uso adecuado que se les dé. N o basta tener computadoras, proyectores, pizarrones digitales, etc., si no se logra captar el interés de los jóvenes y lograr que el aprendizaje les sea significativo. Los medios son importantes al igual que todo el material didáctico que se emplee, pero debemos ser cuidadosos para seleccionar aquello que verdaderamente pueda resultar útil para facilitar su aprendizaje.

El papel de nosotros los docentes es ser verdaderos comunicadores y saber plantear problemas que realmente garanticen un mejor aprendizaje de los alumnos. Podemos concluir que el papel de los maestros deben complementarse con las nuevas tecnologías y los recursos didácticas y no como su sustituto.

martes, 8 de junio de 2010

¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?

El aprendizaje es un proceso tan complejo que resulta difícil describirlo en pocas palabras y sobre todo para poderse “medir” con preguntas sea cual sea el contenido de la enseñanza. Varios autores han propuestos sus teorías y postulados sobre el aprendizaje, desde un mero mecanismo de memorización y recuerdo hasta complejos sistemas de abstracción, apropiación y transformación del mismo conocimiento.

A pesar de la diversidad de corrientes existentes sobre el tema del aprendizaje, se pueden obtener algunas conclusiones generales sobre el tema. El aprendizaje es un proceso que puede pasar por diversas etapas o estadios dependiendo del nivel de desarrollo del estudiante, conforme va creciendo se van haciendo más complejas las actividades mentales, elevando el nivel de abstracción y significación hasta apropiarse del mismo conocimiento.

Es bien sabido “lo que no se puede medir, no se puede controlar, lo que no se puede controlar no se puede mejorar”, pero ¿cómo medir el aprendizaje?, no es posible hacerlo únicamente en el aspecto cognitivo con preguntas ya que el aprendizaje no es solamente conocimientos, no se puede evaluar mediante prácticas ya que tampoco es solamente habilidades, mucho menos son las intenciones y los valores que posea el educando, el aprendizaje lo podemos “medir” con el nivel de formación de competencias que son la suma sinérgica de conocimientos, habilidades, actitudes y valores.


La enseñanza debe ser una actividad altamente planificada, que satisfaga las necesidades del estudiante y esté de acorde a sus alcances. Debe captar el interés de los alumnos, provocar de alguna forma que le sea cause significado, debe estimular todos los recursos que posean los educandos para adueñarse de este aprendizaje, hacer que sus acciones se movilicen en la resolución de problemas complejos o proyectos perfectamente situados hacia la consecución de objetivos previamente establecidos, en el que pongan toda su atención y su intención, donde su máximo objetivo no sea solamente conseguir una calificación aprobatoria sino que promueva un desarrollo integral como personas.

Para “medir” el aprendizaje se necesita tener una visión clara sobre lo que es en sí el aprendizaje mismo, qué objetivos se persiguen con él y la utilidad que representa al educando, entonces es necesario planear y organizar una evaluación acorde con los alcances contemplados y también con las potencialidades de los estudiantes.

lunes, 7 de junio de 2010

¿Qué concepciones de aprendizaje nos parecen congruentes con el enfoque por competencias y por qué?

Las teorías sobre el aprendizaje han cambiado junto con la evolución de la humanidad, desde las teorías que suponen que el aprendizaje se realiza como una modificación de las conductas hasta la construcción mismo del conocimiento en un grupo.



Las concepciones de aprendizaje que en mi personal punto de vista son congruentes con el enfoque por competencias son:

  • El Aprendizaje significativo, ya que hace mención de los conocimientos previos, y en la educación por competencias es necesario contar con ellos como base con la cual se pueden empezar a desarrollar dichas competencias (el marco teórico que las sustenta en un principio y el cual puede modificarse con los nuevos conocimientos), también es importante la motivación y la actitud activa ya que esto es lo que puede facilitar el aprendizaje mismo al existir el interés de los alumnos ya que ve una utilidad a la adquisición de las competencias.

  • La Psicología cognitivista hace énfasis en que aprender es un proceso activo, en el cual las emociones tienen un papel fundamental que pueden provocar estimulación o retraimiento hacia el aprendizaje. También es importante de las condiciones externas que el profesor deberá hacer que favorezcan el aprendizaje en el estudiante. Si el maestro logra establecer las condiciones idóneas para el aprendizaje, esto motivará al estudiante en la adquisición de nuevas competencias.

  • El Constructivismo habla sobre la interacción del propio conocimiento con el medio, aquí los estudiantes pueden lograr un mejor nivel de compresión cuando las actividades de aprendizaje que realizan captan toda su atención y los envuelve de manera que el proceso se facilita enormemente. Además hace mención que no existe desaparición de conocimientos previos sino que son transformados, lo mismo puede ocurrir con las competencias que pueden experimentar este proceso de evolución de competencias sencillas a otras más complejas.

  • El Socio-constructivismo va más allá del simple constructivismo, aquí es importante el entorno y la interacción con los compañeros, a partir de aquí es posible que cada quien construya su propio aprendizaje colaborando con sus compañeros y apoyándose mutuamente. Donde el aprendizaje es individual pero apoyado en los puntos de vista de todos los demás.

sábado, 8 de mayo de 2010

Mi confrontación con la docencia


Soy ingeniero industrial químico con una maestría también en ciencias de ingeniería química, laboré 7 años en el área de investigación, 3 años en el área de producción y llevo casi 2 años en docencia. De lo que he hecho lo que más me ha gustado ha sido la investigación, pero siempre va de la mano con la docencia. De mis primeros trabajos, el que me dejó mayor satisfacción fue el ser investigador, ya que es una de mis principales pasiones y siento que contribuyo con el desarrollo de mi país al contribuir con algo nuevo.
La industria me pareció muy fría, y poco enfocada al ser humano, siempre exigiendo cantidades, metas, planes de producción, pero muy alejada del interés por el ser humano, entre peor trates a los empleados te veían mejor tus jefes, con muy pocos o nulos reconocimientos por los logros alcanzados y nunca era suficiente lo que se hacía, si te quedabas 10 horas trabajando te exigían 12, si lograbas una producción record de 20 toneladas te quedabas corto porque esperaban 30, en fin, muy pocas satisfacciones. Con todo esto como antecedentes me surgió una gran inconformidad en mi desempeño laboral, así que decidí buscar otro trabajo para explorar otro horizonte, hice mi solicitud al SABES (Sistema Avanzado de Bachillerato y Estudios Superiores de Guanajuato), me llamaron para exámenes y entrevistas y decidieron darme la oportunidad como asesor interino, de eso ya hace casi 2 años, al principio pensé ¿qué tan difícil puede ser enseñar a adolescentes?, si pude mantener bajo control gente adulta creí que los jóvenes serían “pan comido” para mi experiencia como capataz.
A pesar de haber dado capacitación a trabajadores en mi otro trabajo, la experiencia como docente es completamente diferente, tanto el ambiente en el que te desenvuelves como la actitud de los jóvenes ante mí, me hizo al principio sentirme desarmado, el tener que desenterrar conocimientos que no había ocupado en varios años y reaprender todo nuevamente (no quiero decir que lo hice desde cero pero si me costó un poco de trabajo “carburar” algunas materias que nunca había vuelto a ver y traducirlo a un nivel más abajo del que estaba acostumbrado) hizo surgir una desconfianza si había hecho bien en alejarme de mi anterior trabajo, a veces me cuestionaba ¿estaré haciendo lo correcto?. Me topé con pared cuando quise tratar a mis alumnos como a mis ex trabajadores, los muchachos no obedecen porque se lo mandes, y que siempre están dispuestos a cuestionarte, en cambio en la industria lo que uno decía era la ley y así tenía que obedecerse.
Conforme pasó el tiempo comencé a sentir más confianza en mí mismo, cada clase que termina y veo que mis alumnos entendieron lo que intenté explicarles me hace encontrar sentido a mi labor como docente. Cuando un ex alumno regresa para buscarme y me solicita que le explique algo que está viendo en su licenciatura me hace pensar: ¡caramba, no hice tan mal mi trabajo!. Tiempo después me dieron mi base y con ello comenzó mi tranquilidad económica y emocional (económica por tener la seguridad de un empleo seguro y emocional por estabilizarme en un solo lugar sin estar a la expectativa de a dónde me tendría que ir).
Como maestro me ha permitido acercarme más a mi lado humano, tener pequeñas gratificaciones diarias (y uno que otro tropiezo), y sentir que colaboro un poquito con el desarrollo de muchachos con potencialidades que en algún momento serán el futuro de nuestro país, conocer a los jóvenes de esta nueva generación es un reto, su forma de pensar y tomar las cosas a veces en serio y otras veces a la ligera me llega a confundir, reconozco que aún no alcanzo el nivel que deseo lograr como maestro, me falta mucho camino, necesito actualizarme, aprender a utilizar nuevas técnicas, métodos y herramientas didácticas, en fin, llenarme de “armas” para luchar en esta guerra educativa, no con el fin de derrotar a nadie, sino de que todos logremos triunfar en nuestras batallas diarias de enseñanza-aprendizaje, si alguien debe perder en esta batalla es la ignorancia y el retroceso, pero ellos nunca han sido nuestros amigos.
También la docencia me ha permitido darme cuenta que lo que aprendí no es algo estático, sino que se mueve con la humanidad, conocimientos que antes eran una ley ahora son teorías obsoletas que han sido derrumbadas por las investigaciones actuales. De joven solamente habían 3 estados de la materia y 108 elementos en la tabla periódica, ahora hay 5 (posiblemente hasta 9) y 122 elementos, esto me hace pensar que lo que sabemos hoy quizás para mañana ya sea obsoleto o rompa completamente de nuevo con todos los paradigmas que habíamos creído y que nos sujetábamos de ellos como una tabla en medio del mar.
Así que mi objetivo es obtener el mayor provecho posible de esta especialidad y aplicarlo de la mejor forma en mis clases, y por qué no, en mi desarrollo personal, tengo un par de hijos de 1 y 3 años y algún día serán adolescentes y con algo de experiencia creo que lograré educarlos de una mejor manera.

La aventura de ser maestro

Mis primeros encuentros con la docencia los tuve a penas era un estudiante de preparatoria, impartía clases a compañeros del salón, pero no lo hacía con el afán de obtener algún reconocimiento económico o admiración de mis amigos, lo hacía por el gusto de compartir lo aprendido e impulsar a mis compañeros a obtener el mismo provecho que tuve al aprender. No veía a mis compañeros como alumnos, sino como colegas en la construcción del conocimiento, cada uno construyendo a su propio ritmo pero como el mismo objetivo común. Si me equivocaba no tenía temor a represalias o burla de mis amigos, sino que me apoyaban y me corregían, y en ese momento entendía que ellos habían aprendido. Disfrutaba aprender aprendiendo y enseñando.
Continúe por este camino durante mis estudios profesionales, apoyando a compañeros con problemas en su aprendizaje, y la convivencia en la escuela se extendió a las casas de mis amigos, permitiéndome conocerlos un poco más.
Ya en la maestría las cosas cambiaron, la situación se volvió en lugar de un aprendizaje grupal en una competencia de quién podía obtener la más alta calificación. La polarización de equipos se volvió más remarcada, y era necesario tomar partido por alguno de los bandos.
Debido a mi nivel académico, pude obtener un trabajo en un mando medio-altos, teniendo la responsabilidad de conducir un grupo considerable de colaboradores en mi proceso productivo. Con este puesto también me tenía que hacer cargo de su capacitación, el problema comenzó cuando tuve un grupo variopinto de individuos con diferente nivel académico y de comprensión, yo suponía que los capacitaba de forma adecuada y suficiente, pero cuál fue mi sorpresa cuando muchos no sabían ni siquiera leer de manera satisfactoria, sentí que tenía que rebajarme un nivel ínfimo de mi lenguaje y me armé al máximo de paciencia, obteniendo pobres resultados.
Al cambiar de trabajo industrial a uno de docencia vino una confrontación interna: ¿habré hecho lo correcto al dejar mi trabajo anterior?, ¿me habré hecho comprender por mis alumnos?, en fin un sinnúmero de cuestionamientos que me abrumaban y hacían crecer mi temor por mi nueva profesión. Todo esto aunado a la poca retroalimentación de mis compañeros y a la supervisión furtiva de mi primer coordinador.
La lectura de La aventura de ser maestro me permitió comprender que no estoy solo con todos estos problemas, que todo esto tiene un origen común y también hay soluciones posibles, es un proceso como el del añejamiento del vino, que no es bueno a la primera sino que debe dejarse reposar para adquirir ese toque que lo hace exquisito y codiciado por los expertos.
Nuestro proceso de formación como maestros puede tomarnos toda la vida y aún así nunca será suficiente para lograr cumplir con todas las expectativas existentes, pero por lo menos no nos habremos cruzado de brazos dejando subir a nuestros alumnos a un tren sin rumbo y sin conductor, el cual los llevará a su destino final.

Los saberes de mis estudiantes

En la actualidad, los jóvenes hacen uso de la tecnología tanto para cuestiones lúdicas como educativas. Mis estudiantes a pesar de vivir en comunidades rurales, están muy familiarizados con el uso del Internet y sus múltiples servicios.
Dentro de la lista de actividades que realizan mis jóvenes alumnos puedo citar las siguientes:
1. Uso de correo electrónico para comunicarse e intercambiar archivos.
2. Visualización de videos musicales en línea para cuestiones de entretenimiento.
3. Descarga de archivos de música.
4. “Chatear” con compañeros o amigos.
5. Participar en redes sociales donde intercambian fotos, videos, etc.
6. Almacenar en línea fotos, música, videos, archivos, etc., para bajarlos después en otra computadora o su celular.
7. Buscar información para realizar alguna tarea o proyecto de investigación.
8. Buscar noticias de temas diversos.

En mi caso, es muy poco el uso que le dan los muchachos al Internet para actividades vinculadas con la educación. A muy pocos de mis jóvenes les ha llamado la atención emplear todas estas herramientas para mejorar su aprendizaje.
Una de las formas que podremos aprovechar todas estas habilidades en el aula es mediante el empleo de las WebQuest, al principio se podrían emplear temas de actualidad que sean del interés de los jóvenes y poco a poco introducirlos a trabajos relacionados enteramente con el ámbito educativo, el objetivo de esto es hacer que pierdan el miedo a “contribuir” en la construcción del conocimiento y continúen desarrollado sus habilidades. En estos proyectos ellos mismos aprenderán de forma autónoma y los más avanzados podrán guiar o enseñar a compañeros con menos habilidades que ellos, afianzado con ello su propio aprendizaje. Estas actividades las podrán hacer en espacios que tengan en las clases vinculadas con las TIC’s o en horarios fuera de aula dependiendo de la disponibilidad del tiempo de cada uno.